A SU ESTILO, ALAPHILIPPE ES EL NUEVO CAMPEÓN DEL MUNDO
- La Ciclopolémica
- 27 sept 2020
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Por: Carlos Lizcano
Después de llegar a pensar en la posibilidad de cancelar los Mundiales de ciclismo del 2020, tras la renuncia de Suiza para realizarlos en la localidad de Aigle-Martigny; finalmente la UCI salvó esta edición llevándolos a Imola (Italia), con un circuito a recorrer en nueve oportunidades con llegada en la línea de meta del Autódromo Enzo e Dino Ferrari de esa ciudad, testigo hace ya más de 27 años de la muerte del gran Ayrton Senna. Cada una de las nueve vueltas (excepto la primera) constaba de 28,8 km; para totalizar 258,2 km; con dos ascensos en la parte intermedia: el primero de 1500 metros con pendientes entre el 7 y 10% a Mazzolano y el segundo, más o menos de la misma longitud, pero con rampas entre el 10 y el 12% para coronar la Cima Gallisterna a 12 km de meta.

La carrera plantea desde muy temprano una fuga de siete corredores conformada por: Koch (Alemania), Traeen (Noruega), Fominykh (Kazajistan), Arashiro (Japón), Castillo (México), Friedrich (Austria) y Grosu (Rumania). A diferencia de ediciones anteriores, el lote mantiene controlada la diferencia, no dejándola subir de los siete minutos; El alemán Koch y el Noruego Traen se adelantan y son perseguidos a menos de un minuto por el japonés Arashiro, mientras el lote de favoritos pasa a un poco más de dos minutos a falta de tres vueltas para el final de la competencia.
El equipo francés aprieta el paso en la séptima vuelta en las dos ascensiones y logra alcanzar a los fugados, realizando además una selección del grupo en el que permanecen unos cincuenta corredores al paso por meta a falta de 57,6 km para el final. En el penúltimo paso por Gallisterna se presenta el ataque del reciente ganador del Tour de Francia, el esloveno Tadej Pogacar, quien logra coronar la cima con una ventaja de quince segundos sobre el grupo que se ve reducido ahora a unos treinta corredores, en donde las camisetas que ponen el paso son las de Bélgica, Italia, Francia y España.
Los integrantes del lote oyen el sonido del bronce de la campana que anuncia el inicio de la última vuelta, veinte segundos después que Pogacar; sin embargo, las fuerzas de la Maravilla Eslovena parecen disminuir al inicio de la primera cuesta y es alcanzado inicialmente por la camiseta naranja de Dumoulin y posteriormente por el grupo que se dirigen a definir la carrera. Al paso por Mazzolano, Nibali (Italia), Landa (España), Van Aert (Bélgica) y Urán (Colombia) sacan una pequeña ventaja sobre el lote que finalmente, los alcanza en el descenso.
El último ascenso a Gallisterna empieza a ser movido por Van Avermaet, pero son Alaphillipe, Hirschi, Van Aert, Roglic, Kwiatkowski y Fuglsang quienes se cortan en busca de definir el nuevo campeón. El francés Julian Alaphilippe realiza el ataque y se lanza en el descenso a doce kilómetros de meta, defendiendo a muerte una ventaja que fluctúa sobre los quince segundos; a falta de tres mil metros los perseguidores parecen conformarse con tener que luchar por la plata y el bronce, dejando que Francia se alce con la victoria en las piernas del especialista de carreras de un día, el gran Julian Alaphilippe a la manera patentada por él mismo en los últimos tres años. Atrás Van Aert no deja dudas que es el mejor embalador de ese grupo de cinco perseguidores y la medalla de bronce sirve para la confirmación del gran estado de forma que está demostrando en las últimas semanas el suizo Marc Hirschi; después cruzan Kwiatkowski, Fuglsang y Roglic, todos a 24 segundos del nuevo campeón del mundo.
Carlos Lizcano
La Ciclopolémica
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